Ahora bien, a los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza. 1 Corintios 4:2.
“Lo que se requiere de los administradores es que cada uno sea hallado fiel”.La mayordomía es el don de administrar sabiamente los recursos que Dios pone en nuestras manos, conforme a sus propósitos para edificación y crecimiento de la iglesia.